
Alimentación en la montaña
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Alimentación e Hidratación en la Montaña
Tu Combustible para la Aventura
La montaña nos brinda un entorno único para conectar con la naturaleza y poner a prueba nuestros límites. Sin embargo, para disfrutar plenamente de estas experiencias, es fundamental prestar atención a nuestra alimentación e hidratación.
📝Estos tres pilares: fuentes y reservas energéticas, dieta adecuada al ejercicio y necesidades hídricas, son clave para garantizar un rendimiento óptimo y prevenir problemas de salud durante nuestras salidas.
Fuentes y Reservas Energéticas
La Batería de tu Cuerpo
Nuestro cuerpo funciona gracias a la energía que obtenemos de los alimentos. Los principales nutrientes que nos aportan esta energía son los carbohidratos, las grasas y las proteínas.
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Carbohidratos: Son nuestra principal fuente de energía rápida. Se almacenan en forma de glucógeno en el hígado y los músculos. Durante el ejercicio, estos depósitos se agotan rápidamente, por lo que es esencial reponerlos.
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Grasas: Son una fuente de energía más lenta pero más duradera. Se almacenan en el tejido adiposo y son especialmente importantes en actividades de larga duración.
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Proteínas: Son fundamentales para la reparación y el crecimiento muscular, pero también pueden utilizarse como fuente de energía en situaciones extremas.

Dieta Adecuada al Ejercicio
Alimentando tu Aventura
Una dieta adecuada antes, durante y después del ejercicio es esencial para optimizar nuestro rendimiento y prevenir lesiones.
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Antes del ejercicio: Una comida rica en carbohidratos de absorción lenta (pan integral, pasta, arroz) unas horas antes de la actividad nos proporcionará una energía sostenida.
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Durante el ejercicio: Si la actividad se prolonga más de una hora, es recomendable ingerir alimentos o bebidas con carbohidratos de rápida absorción (frutas secas, geles energéticos) para mantener los niveles de glucosa en sangre.
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Después del ejercicio: Una comida rica en proteínas y carbohidratos ayudará a reparar los músculos y reponer los depósitos de glucógeno.
Necesidades Hídricas
Mantente Hidratado

La deshidratación es uno de los principales riesgos en la montaña. El sudor, la respiración acelerada y la exposición al sol hacen que perdamos grandes cantidades de líquido.
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Antes del ejercicio: Bebe abundante agua unas horas antes de la actividad.
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Durante el ejercicio: Bebe pequeños sorbos de agua o bebidas isotónicas cada 15-20 minutos.
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Después del ejercicio: Repón los líquidos perdidos bebiendo agua y electrolitos.
Recomendaciones Adicionales
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Personaliza tu alimentación: Las necesidades nutricionales varían en función de la intensidad y duración del ejercicio, así como de las condiciones climáticas.
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Escucha a tu cuerpo: Si sientes fatiga, mareos o calambres, puede ser señal de deshidratación o de que necesitas ingerir más alimentos.
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Planifica tus comidas: Lleva contigo alimentos y bebidas suficientes para toda la actividad.
📝La alimentación e hidratación son pilares fundamentales para disfrutar de la montaña de forma segura y eficiente. Al prestar atención a nuestras necesidades nutricionales, podremos optimizar nuestro rendimiento, prevenir lesiones y prolongar nuestra pasión por la montaña.